En el primer día del juego llegamos a la abadía. Nuestro personaje es Guillermo de Occam, al que manejaremos casi durante todo el juego. Su discípulo Adso también intervendrá alguna vez para coger algún objeto, con la tecla tabulador o espacio.
Nos conducen hasta el abad, que nos espera en nuestra celda (dormitorio), para contarnos la primera de las muertes extrañas de la abadía y nos encarga que investiguemos el caso. Podremos movernos con cierta libertad, excepto cuando tengamos que seguir al abad por orden suya, y cuando sea la hora de ir a rezar, a comer y a dormir. Si no obedeces, te quitan puntos, y la barra Obsequium que está abajo a la derecha se va haciendo más corta. Si pierdes todos los puntos, te expulsan de la abadía y tienes que empezar desde cero, así que ten la precaución de guardar el juego con frecuencia.
Los días se dividen en tramos llamados Noche, Prima, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas, al igual que ocurre en los monasterios con sus horas de rezo. Como verás, los personajes avanzan a ritmo pausado, y por lo tanto no puedes correr ni hacer que todo vaya más deprisa; no es un juego para impacientes.
Vamos conociendo a los demás monjes, y hasta que no hagamos ciertas tareas no podremos avanzar. Algunas veces hay un vídeo o cinemática, y los personajes se mueven solos. Cuando aparece el símbolo de cámara en la esquina superior derecha, si te quedas quieto, verás a algún monje moviéndose por otra parte de la abadía, lo cual significa que te están dando una pista.
Vídeo del Día 1:
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