Syberia es uno de los juegos imprescindibles para los aficionados al género de aventura gráfica. Fue desarrollado por Microids y lanzado en 2002. Pero es de esos juegos que no envejecen con el paso del tiempo, sino que incluso se hacen más míticos cuando se comprueba su calidad imperecedera.
Es muy bonito visualmente, y te podrás recrear en cada detalle porque ya se encargan de que te pasees por los escenarios hasta cansarte, como si fueras en los zapatos de la protagonista, Kate Walker, cuyo apellido (caminante) está muy bien escogido. Las caminatas son épicas, y es que la escala de los lugares es especialmente grande. Por eso mismo, es un poco desesperante cuando se frena cada vez que sube las escaleras o en las pocas ocasiones en las que no puede correr (debes hacer doble clic con el puntero para que corra).
Otra cosa que también te puede desesperar es cada vez que le suena el teléfono a Kate. Aporta poco al tema de las pistas, pero es divertido enterarse de la vida que está dejando atrás en Nueva York, con ese novio controlador, la amiga que no es tan amiga como parece, o la entrometida de la madre, que al menos sí que le ayuda en una parte de la historia.
Los diálogos se pueden saltar, pero te perderías pistas importantes para completar el juego por ti mismo. Especialmente cansino es el acompañante de Kate en la aventura, Oscar, el autómata. Desde luego no puede negar que es un autómata, porque es muy cuadriculado, pero a pesar de todo tiene un punto entrañable.
Como sabrás, hay películas que se hacen a partir de ciertos videojuegos, como por ejemplo Final Fantasy, pero en casos como Syberia, no tiene sentido hacer una película porque YA lo es, quiero decir, se trata de una película maravillosa de la que tú formas parte. Al menos así es cómo he visto yo siempre el concepto de este tipo de juegos. Destaco la escena final en la que sale corriendo Kate para alejarse de su monótona vida en Nueva York, de esa vida que se desmorona mientras ella está en Europa, y va hacia la aventura que le queda por descubrir, y que continúa en la siguiente parte de la saga, Syberia 2. Me gusta ese punto de transformación de la protagonista, como ocurría en The Longest Journey, y me encantó en su momento la novedad de que fueran chicas las que se iban de aventura.
Una de mis partes preferidas es el hotel de la parte final del juego (¡quiero esa piscina! jaja) y en general no hay escena que no esté cuidada al máximo.
No puedo darte trucos para este juego, aparte de invitarte a que veas mis vídeos, se trata de mirarlo todo en la pantalla y de ir probando con los objetos. Fácil no es, eso por supuesto, y ya digo que las distancias pueden llegar a ser desesperantes para andar probando cosas por un lado y por otro, pero la diversión está asegurada.
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